Nuestro cambio, su miedo
Esther Vivas
“Ada Colau era hasta ahora un personaje folclórico”. Son las palabras que el presidente del Banc Sabadell Jose Oliu dedicó a la nueva alcaldesa de Barcelona, una vez conocidos los resultados electorales. No son las únicas muestras de inquietud entre el sector empresarial. El mismo Xavier Trias, cuando aún era alcalde en funciones, reconoció que los “poderes económicos” le habían presionado para conseguir un pacto que lo aupara como alcalde.
Para la élite económica catalana, según declararon a algunos medios, “no se trata de interferir, sino de ayudar al entendimiento entre las distintas fuerzas para que se consolide la mejor opción para asegurar la salida de la crisis en la capital catalana”. Aquí reside el quid de la cuestión, pues la salida a la crisis que plantea Barcelona en Comú está en las antípodas de la del establishment, donde se incluye Convergència i Unió. O se da una salida a la crisis favorable a los de abajo o a los de arriba, ambas, como se ha visto, son incompatibles.