En defensa de la democracia
Hoy no está en juego solo el futuro de Catalunya sino también el del conjunto del Estado español
La política se vuelve a teñir de blanco y negro y desprende un viejo olor a naftalina. Lo vemos desde hace días en Catalunya. El 'imperio de la ley' defendido a capa y espada por las fuerzas del Estado para impedir el referéndum nos está llevando a un peligroso regreso al pasado.
"Haré todo lo necesario sin renunciar a nada". Lo dijo Mariano Rajoy, quien se juega su futuro político. Sin embargo, la cosa no es tan fácil. Toda acción implica una reacción. Su última ofensiva se le puede escapar de las manos. La entrada de la Guardia Civil en las dependencias de la Generalitat y la detención de varios altos cargos ha encendido definitivamente todas las alarmas democráticas. Nuestra sociedad, por suerte, no ha olvidado su pasado.